La fórmula más sencilla que se me ocurre para identificar si estás sufriendo agotamiento psicológico o físico es reducir todas las variables que podrían desatar el segundo, es más tangible
Repasa sobre las cosas que de base alteran tu organismo: alimentación, descanso y ejercicio.
Piensa si en alguna de ellas te estás pasando o quedando corto, si la respuesta es NO todo está dentro de sus límites, es sencillo, estás agotado emocionalmente. Incluso hay veces que una te lleva a la otra por una mala toma de decisiones, te explico esto:
Cuando no tenemos energía nuestro cerebro activa el modo supervivencia y te dará las respuestas desde su porción amigdalina, eso te llevará a ser mucho más reactivo e impulsivo. ¿Imaginas el resultado? Tomar decisiones poco acertadas y como consecuencia agotamiento psicológico porque además despertarás la rabia, el miedo y la rumia mental que sin duda se llevarán tu calma interna.
El exceso de cortisol hará también su parte y si esta situación se sostiene en el tiempo puede derivar en una fatiga adrenal lo que si que terminará definitivamente con tu energía
He decidido analizar primero los estresares físicos por que como he dicho son más objetivos, fáciles de identificar, el estrés pisco-social y/o laboral es más complicado, así que trata de descartar a uno señalando al otro
Necesidades mínimas a cubrir en relación a las 3 variables físicas:
- Comer las calorías totales que necesitas (balance neutro)
- Dormir un mínimo de 7 horas entre las 23.00 y las 06:00
- Moverte, 2-3 sesiones por semana de ejercicio y 8000 pasos diarios
Si garantizas estos mínimos, ya solo te queda echar un vistazo a tu bolo
En el Podcast te hablo sobre el Síndrome de Burn Out muy extendido en nuestro día a día